Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
Muero por salir a tomar unas chelas, pero el malestar en el cuerpo por la gripe me tiene limitado de fuerzas!!!
joshua- (It's Good) To Be Free
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
EL LUNES ES MI ULTIMO DE DIA TRABAJO!!
TACHI- Half The Users Away
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
No tengo bandera, ni nación
No hablo tu idioma, soy animal
Vivo y muero en cualquier lugar
Tengo sexo con quien quiero si se da.
Porque yo soy una especie diferente a vos
y cuando quiero me voy sin una explicación
No necesito reglas, no necesito moral
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
...
Corría el año de 1992. Para mí, literalmente corría: me escapaba del colegio (corriendo, tras escabullirme por un hueco del alambrado), me fugaba de la casa de mis padres (corriendo por las calles de Surco ), huía de mi soledad (corriéndomela).
Yo tenía entonces 14 años y ya algunos desengaños.
Una mañana de invierno me marché de la casa de mis padres. No era la primera vez, no sería la última. Llevaba conmigo una vieja maleta de mi abuelo. Antes de huir, confundí en ella una radio portátil, revista de fútbol, una foto estragada de Carmela Ramos( una compañera del colegio, nos tomamos una juntos, para el recuerdo, como ella dijo. ) y algo de ropa.
Qué hubiera sido de mí en esos años sin Litman Gallo " Gallito " y Carmela Ramos. Litman me acompañaba en la radio todas las noches (Ovación de radio El Sol; un Perú en sintonía), a Carmela Ramos la amaba, afiebrado, con una mano. El viejo Litman era mi amigo del alma; la rubia, mi amante furtiva (y en este caso fugitiva).
Escondido en una casa vieja de Breña, leí en la prensa que Alianza jugaría ese fin de semana en Cerro de Pasco. No lo dudé: fuí a la estación de Yerbateros, compré un boleto y viajé en bus a Pasco. Mentiría si dijera que el viaje fue una paliza. Una guapa estudiante de la Católica, que me invitó cigarrillos y me permitió recostarme en sus piernas y acaricio mi aturdida cabeza, me enseñó que es posible encontrar ternura y belleza en un bus de madrugada a la sierra.
Yo todavía no era hincha de nadie. No quería ser de la “U”, tampoco del Cristal. Desde chico me he resistido (es un instinto que agradezco) a estar en las mayorías. En Breña todos era hinchas cremas. Yo siempre me oponia a las masas. Veía con simpatía al Muni y a Alianza. Me gustaba que fuesen equipos marginales, minoritarios en barra por esos tiempos.
Tal vez me sentía más cerca de Alianza, por que ciertas tardes después del Colegio de regreso, me ponia a jugar fulbito con unos amigos y despues ibamos a la Victoria, trepabamos los muros del estadio de Matvte y veía entrenar al primer equipo.
Alianza era entonces una causa perdida. A mí siempre me han gustado las causas perdidas.
Ese domingo en el estadio de Pasco fuí uno de los treinta o cuarenta entusiastas que, agitando banderas, golpeando bombos, y fatigando las gargantas, afirmamos a viva voz, sobre los crujientes bancas, nuestra (desolada) pasión por Alianza.
Conocí aquella tarde que no siempre goles son amores: a veces, si los gritas allá arriba, en la montaña, son también soroches.
Borracho de alegría (aunque no solo de alegría), pasé esa noche procurando inútilmente alguna forma de comercio verbal con dos alemanes que, del todo indiferentes a mis ardores futboleros, fumaban, taciturnos, una pipa de marihuana.
Por supuesto, no podía faltar al siguiente partido de Alianza aqui en Lima.
Habría sido un crimen perderme los desplantes del Juan Peluquita Saavedra, las operaciones sin anestesia del Wilmar Valencia, el zig zag de Dario Muchotrigo y sobre todo, el arte muy peruano de Waldier Saenz, que consistía, bien se sabe, en despreciar los goles fáciles (pelota reventada a la tribuna), para sólo convertir los imposibles.
La cita fue en el Nacional de Lima contra la “U”. Compré entrada en la tribuna Oriente para estar con la despoblada barra de Alianza, pero, sobre todo, porque no me alcanzó la plata para comprar Occidente.
Me veo ahora sentado en una banca de Oriente Alta, apretujado, comiendo incontables barquillos, la radio a pilas encendida en Ovación, la voz risueña de Litman recorriendo como un eco el estadio, los olores recios a fritangas, café y maní, las manos rojas de aplaudir.
Cuando Jayo metió el primer gol, un hombre obeso, en guayabera, que había estado observándome sentado en las gradas, me cogió del brazo y, en medio del griterío, me dijo al oído:
- Soy policía, Mejía de la PIP. Vengo contratado por tu viejo. Andaba buscándote. Vamos, tengo que llevarte a tu casa. -
Le rogué que me permitiera ver el partido. Se negó, siempre agarrándome del brazo. Tenía que cumplir su papel de duro. Bajando las escaleras, esquivando riachuelos de orina, insistí:
- Ya pues, hermano. Sé buena gente, que te cuesta. Vemos el partido y nos vamos. -
En ese momento, las tribunas rugieron gol. Era obvio, por el estruendo de los festejos, que la U había metido ese gol.
- m****a, nos empataron - dijo Mejía, olvidando sus tareas de sabueso, delatando su pasión por Alianza.- Vamos, corre -añadió, y trepó de dos en dos las pestilentes escaleras, de regreso a la tribuna.
El fútbol tiene esa magia: suspende la realidad, suprime, aunque sólo sea por noventa minutos, las contrariedades y amarguras que a todos nos son inevitables, inventa un mundo propio, donde, por lo general, prevalecen la destreza, el arrojo, la armonía (pero en el cual, como en la vida, no siempre ganan los buenos).
Mejía y yo nos sentamos en las gradas porque mi sitio ya había sido ocupado. Cuando Alianza metió el segundo gol, Mejía saltó, gritó como un oso, exhibió sin pudor su condición de fanático.
Yo no me alegré tanto. Estaba pensando en lo que me esperaba en casa de mis padres después del partido. Pero fue con el tercer gol de Alianza cuando Mejía enloqueció de alegría, me disolvió en un abrazo virulento y, sometiéndome al severo olor de sus axilas, gritó conmigo, como un niño:
- ¡Gol, carajo, Gol! -
Saltaba a la vista (literalmente saltaba) que Mejía era un hincha de los que lloran cuando pierde su equipo.
Esa noche Alianza ganó tres a uno, y Mejía me llevó a la casa de Surco. En el camino, media hora de huecos y camiones, sólo hablamos de fútbol, Litman Gallo " Gallito " en la radio comentando y entrevistando desde camerinos.
Al despedirnos, Mejía me abrazó con la complicidad de la victoria.
- Nos vemos en el estadio el próximo domingo - me dijo.
Mi padre abrió la puerta. No levantó la voz ni me hizo reproches. Más bien me sorprendió:
- Sabía que ibas a ir al estadio. -
Entré en la cocina. Mi madre me esperaba con algo de comida. Me abrazó, resignada ya a mis fugas y desvaríos.
- Estas bien? - me preguntó.
- Si -le dije-, Ganó Alianza.
Todo estaba bien, en efecto. Había olvidado mi radio a pilas en el estadio y mi foto con Carmela Ramos en la casa de Breña, para no mencionar el penoso regreso a la casa de mis padres, pero la certeza de saberme hincha de Alianza compensó sobradamente esos percances.
A Mejía lo volví a ver en el estadio. Llevaba consigo una radio a pilas que, estoy seguro, era la mía.
...
Corría el año de 1992. Para mí, literalmente corría: me escapaba del colegio (corriendo, tras escabullirme por un hueco del alambrado), me fugaba de la casa de mis padres (corriendo por las calles de Surco ), huía de mi soledad (corriéndomela).
Yo tenía entonces 14 años y ya algunos desengaños.
Una mañana de invierno me marché de la casa de mis padres. No era la primera vez, no sería la última. Llevaba conmigo una vieja maleta de mi abuelo. Antes de huir, confundí en ella una radio portátil, revista de fútbol, una foto estragada de Carmela Ramos( una compañera del colegio, nos tomamos una juntos, para el recuerdo, como ella dijo. ) y algo de ropa.
Qué hubiera sido de mí en esos años sin Litman Gallo " Gallito " y Carmela Ramos. Litman me acompañaba en la radio todas las noches (Ovación de radio El Sol; un Perú en sintonía), a Carmela Ramos la amaba, afiebrado, con una mano. El viejo Litman era mi amigo del alma; la rubia, mi amante furtiva (y en este caso fugitiva).
Escondido en una casa vieja de Breña, leí en la prensa que Alianza jugaría ese fin de semana en Cerro de Pasco. No lo dudé: fuí a la estación de Yerbateros, compré un boleto y viajé en bus a Pasco. Mentiría si dijera que el viaje fue una paliza. Una guapa estudiante de la Católica, que me invitó cigarrillos y me permitió recostarme en sus piernas y acaricio mi aturdida cabeza, me enseñó que es posible encontrar ternura y belleza en un bus de madrugada a la sierra.
Yo todavía no era hincha de nadie. No quería ser de la “U”, tampoco del Cristal. Desde chico me he resistido (es un instinto que agradezco) a estar en las mayorías. En Breña todos era hinchas cremas. Yo siempre me oponia a las masas. Veía con simpatía al Muni y a Alianza. Me gustaba que fuesen equipos marginales, minoritarios en barra por esos tiempos.
Tal vez me sentía más cerca de Alianza, por que ciertas tardes después del Colegio de regreso, me ponia a jugar fulbito con unos amigos y despues ibamos a la Victoria, trepabamos los muros del estadio de Matvte y veía entrenar al primer equipo.
Alianza era entonces una causa perdida. A mí siempre me han gustado las causas perdidas.
Ese domingo en el estadio de Pasco fuí uno de los treinta o cuarenta entusiastas que, agitando banderas, golpeando bombos, y fatigando las gargantas, afirmamos a viva voz, sobre los crujientes bancas, nuestra (desolada) pasión por Alianza.
Conocí aquella tarde que no siempre goles son amores: a veces, si los gritas allá arriba, en la montaña, son también soroches.
Borracho de alegría (aunque no solo de alegría), pasé esa noche procurando inútilmente alguna forma de comercio verbal con dos alemanes que, del todo indiferentes a mis ardores futboleros, fumaban, taciturnos, una pipa de marihuana.
Por supuesto, no podía faltar al siguiente partido de Alianza aqui en Lima.
Habría sido un crimen perderme los desplantes del Juan Peluquita Saavedra, las operaciones sin anestesia del Wilmar Valencia, el zig zag de Dario Muchotrigo y sobre todo, el arte muy peruano de Waldier Saenz, que consistía, bien se sabe, en despreciar los goles fáciles (pelota reventada a la tribuna), para sólo convertir los imposibles.
La cita fue en el Nacional de Lima contra la “U”. Compré entrada en la tribuna Oriente para estar con la despoblada barra de Alianza, pero, sobre todo, porque no me alcanzó la plata para comprar Occidente.
Me veo ahora sentado en una banca de Oriente Alta, apretujado, comiendo incontables barquillos, la radio a pilas encendida en Ovación, la voz risueña de Litman recorriendo como un eco el estadio, los olores recios a fritangas, café y maní, las manos rojas de aplaudir.
Cuando Jayo metió el primer gol, un hombre obeso, en guayabera, que había estado observándome sentado en las gradas, me cogió del brazo y, en medio del griterío, me dijo al oído:
- Soy policía, Mejía de la PIP. Vengo contratado por tu viejo. Andaba buscándote. Vamos, tengo que llevarte a tu casa. -
Le rogué que me permitiera ver el partido. Se negó, siempre agarrándome del brazo. Tenía que cumplir su papel de duro. Bajando las escaleras, esquivando riachuelos de orina, insistí:
- Ya pues, hermano. Sé buena gente, que te cuesta. Vemos el partido y nos vamos. -
En ese momento, las tribunas rugieron gol. Era obvio, por el estruendo de los festejos, que la U había metido ese gol.
- m****a, nos empataron - dijo Mejía, olvidando sus tareas de sabueso, delatando su pasión por Alianza.- Vamos, corre -añadió, y trepó de dos en dos las pestilentes escaleras, de regreso a la tribuna.
El fútbol tiene esa magia: suspende la realidad, suprime, aunque sólo sea por noventa minutos, las contrariedades y amarguras que a todos nos son inevitables, inventa un mundo propio, donde, por lo general, prevalecen la destreza, el arrojo, la armonía (pero en el cual, como en la vida, no siempre ganan los buenos).
Mejía y yo nos sentamos en las gradas porque mi sitio ya había sido ocupado. Cuando Alianza metió el segundo gol, Mejía saltó, gritó como un oso, exhibió sin pudor su condición de fanático.
Yo no me alegré tanto. Estaba pensando en lo que me esperaba en casa de mis padres después del partido. Pero fue con el tercer gol de Alianza cuando Mejía enloqueció de alegría, me disolvió en un abrazo virulento y, sometiéndome al severo olor de sus axilas, gritó conmigo, como un niño:
- ¡Gol, carajo, Gol! -
Saltaba a la vista (literalmente saltaba) que Mejía era un hincha de los que lloran cuando pierde su equipo.
Esa noche Alianza ganó tres a uno, y Mejía me llevó a la casa de Surco. En el camino, media hora de huecos y camiones, sólo hablamos de fútbol, Litman Gallo " Gallito " en la radio comentando y entrevistando desde camerinos.
Al despedirnos, Mejía me abrazó con la complicidad de la victoria.
- Nos vemos en el estadio el próximo domingo - me dijo.
Mi padre abrió la puerta. No levantó la voz ni me hizo reproches. Más bien me sorprendió:
- Sabía que ibas a ir al estadio. -
Entré en la cocina. Mi madre me esperaba con algo de comida. Me abrazó, resignada ya a mis fugas y desvaríos.
- Estas bien? - me preguntó.
- Si -le dije-, Ganó Alianza.
Todo estaba bien, en efecto. Había olvidado mi radio a pilas en el estadio y mi foto con Carmela Ramos en la casa de Breña, para no mencionar el penoso regreso a la casa de mis padres, pero la certeza de saberme hincha de Alianza compensó sobradamente esos percances.
A Mejía lo volví a ver en el estadio. Llevaba consigo una radio a pilas que, estoy seguro, era la mía.
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Fire_Gallagher- Sister Psychosis
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
Fire_Gallagher escribió:...
Corría el año de 1992. Para mí, literalmente corría: me escapaba del colegio (corriendo, tras escabullirme por un hueco del alambrado), me fugaba de la casa de mis padres (corriendo por las calles de Surco ), huía de mi soledad (corriéndomela).
Yo tenía entonces 14 años y ya algunos desengaños.
Una mañana de invierno me marché de la casa de mis padres. No era la primera vez, no sería la última. Llevaba conmigo una vieja maleta de mi abuelo. Antes de huir, confundí en ella una radio portátil, revista de fútbol, una foto estragada de Carmela Ramos( una compañera del colegio, nos tomamos una juntos, para el recuerdo, como ella dijo. ) y algo de ropa.
Qué hubiera sido de mí en esos años sin Litman Gallo " Gallito " y Carmela Ramos. Litman me acompañaba en la radio todas las noches (Ovación de radio El Sol; un Perú en sintonía), a Carmela Ramos la amaba, afiebrado, con una mano. El viejo Litman era mi amigo del alma; la rubia, mi amante furtiva (y en este caso fugitiva).
Escondido en una casa vieja de Breña, leí en la prensa que Alianza jugaría ese fin de semana en Cerro de Pasco. No lo dudé: fuí a la estación de Yerbateros, compré un boleto y viajé en bus a Pasco. Mentiría si dijera que el viaje fue una paliza. Una guapa estudiante de la Católica, que me invitó cigarrillos y me permitió recostarme en sus piernas y acaricio mi aturdida cabeza, me enseñó que es posible encontrar ternura y belleza en un bus de madrugada a la sierra.
Yo todavía no era hincha de nadie. No quería ser de la “U”, tampoco del Cristal. Desde chico me he resistido (es un instinto que agradezco) a estar en las mayorías. En Breña todos era hinchas cremas. Yo siempre me oponia a las masas. Veía con simpatía al Muni y a Alianza. Me gustaba que fuesen equipos marginales, minoritarios en barra por esos tiempos.
Tal vez me sentía más cerca de Alianza, por que ciertas tardes después del Colegio de regreso, me ponia a jugar fulbito con unos amigos y despues ibamos a la Victoria, trepabamos los muros del estadio de Matvte y veía entrenar al primer equipo.
Alianza era entonces una causa perdida. A mí siempre me han gustado las causas perdidas.
Ese domingo en el estadio de Pasco fuí uno de los treinta o cuarenta entusiastas que, agitando banderas, golpeando bombos, y fatigando las gargantas, afirmamos a viva voz, sobre los crujientes bancas, nuestra (desolada) pasión por Alianza.
Conocí aquella tarde que no siempre goles son amores: a veces, si los gritas allá arriba, en la montaña, son también soroches.
Borracho de alegría (aunque no solo de alegría), pasé esa noche procurando inútilmente alguna forma de comercio verbal con dos alemanes que, del todo indiferentes a mis ardores futboleros, fumaban, taciturnos, una pipa de marihuana.
Por supuesto, no podía faltar al siguiente partido de Alianza aqui en Lima.
Habría sido un crimen perderme los desplantes del Juan Peluquita Saavedra, las operaciones sin anestesia del Wilmar Valencia, el zig zag de Dario Muchotrigo y sobre todo, el arte muy peruano de Waldier Saenz, que consistía, bien se sabe, en despreciar los goles fáciles (pelota reventada a la tribuna), para sólo convertir los imposibles.
La cita fue en el Nacional de Lima contra la “U”. Compré entrada en la tribuna Oriente para estar con la despoblada barra de Alianza, pero, sobre todo, porque no me alcanzó la plata para comprar Occidente.
Me veo ahora sentado en una banca de Oriente Alta, apretujado, comiendo incontables barquillos, la radio a pilas encendida en Ovación, la voz risueña de Litman recorriendo como un eco el estadio, los olores recios a fritangas, café y maní, las manos rojas de aplaudir.
Cuando Jayo metió el primer gol, un hombre obeso, en guayabera, que había estado observándome sentado en las gradas, me cogió del brazo y, en medio del griterío, me dijo al oído:
- Soy policía, Mejía de la PIP. Vengo contratado por tu viejo. Andaba buscándote. Vamos, tengo que llevarte a tu casa. -
Le rogué que me permitiera ver el partido. Se negó, siempre agarrándome del brazo. Tenía que cumplir su papel de duro. Bajando las escaleras, esquivando riachuelos de orina, insistí:
- Ya pues, hermano. Sé buena gente, que te cuesta. Vemos el partido y nos vamos. -
En ese momento, las tribunas rugieron gol. Era obvio, por el estruendo de los festejos, que la U había metido ese gol.
- m****a, nos empataron - dijo Mejía, olvidando sus tareas de sabueso, delatando su pasión por Alianza.- Vamos, corre -añadió, y trepó de dos en dos las pestilentes escaleras, de regreso a la tribuna.
El fútbol tiene esa magia: suspende la realidad, suprime, aunque sólo sea por noventa minutos, las contrariedades y amarguras que a todos nos son inevitables, inventa un mundo propio, donde, por lo general, prevalecen la destreza, el arrojo, la armonía (pero en el cual, como en la vida, no siempre ganan los buenos).
Mejía y yo nos sentamos en las gradas porque mi sitio ya había sido ocupado. Cuando Alianza metió el segundo gol, Mejía saltó, gritó como un oso, exhibió sin pudor su condición de fanático.
Yo no me alegré tanto. Estaba pensando en lo que me esperaba en casa de mis padres después del partido. Pero fue con el tercer gol de Alianza cuando Mejía enloqueció de alegría, me disolvió en un abrazo virulento y, sometiéndome al severo olor de sus axilas, gritó conmigo, como un niño:
- ¡Gol, carajo, Gol! -
Saltaba a la vista (literalmente saltaba) que Mejía era un hincha de los que lloran cuando pierde su equipo.
Esa noche Alianza ganó tres a uno, y Mejía me llevó a la casa de Surco. En el camino, media hora de huecos y camiones, sólo hablamos de fútbol, Litman Gallo " Gallito " en la radio comentando y entrevistando desde camerinos.
Al despedirnos, Mejía me abrazó con la complicidad de la victoria.
- Nos vemos en el estadio el próximo domingo - me dijo.
Mi padre abrió la puerta. No levantó la voz ni me hizo reproches. Más bien me sorprendió:
- Sabía que ibas a ir al estadio. -
Entré en la cocina. Mi madre me esperaba con algo de comida. Me abrazó, resignada ya a mis fugas y desvaríos.
- Estas bien? - me preguntó.
- Si -le dije-, Ganó Alianza.
Todo estaba bien, en efecto. Había olvidado mi radio a pilas en el estadio y mi foto con Carmela Ramos en la casa de Breña, para no mencionar el penoso regreso a la casa de mis padres, pero la certeza de saberme hincha de Alianza compensó sobradamente esos percances.
A Mejía lo volví a ver en el estadio. Llevaba consigo una radio a pilas que, estoy seguro, era la mía.
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
Me voy de viaje a Piura en quincena de Marzo!!!
Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
Robert_Noel escribió:tEMBLOR !!!!!!!!!!!!!!
chile t envio un zumbido xD
no senti nada q raro..o.O
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
flower escribió:Robert_Noel escribió:tEMBLOR !!!!!!!!!!!!!!
chile t envio un zumbido xD
no senti nada q raro..o.O
Y ESO QUE HOY HAY SUIMULACRO DE SISMO Y SUNAMI EN LA NOCHE CREO !!!!
Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
Robert_Noel escribió:tEMBLOR !!!!!!!!!!!!!!
Fue suave nomás =D
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
eso es lo mas anecdotico de hoy, si hubiesen pasado el sismo al mediodia hubiera sido otro level, un simulacro y derepente, sismo!!!Robert_Noel escribió:flower escribió:Robert_Noel escribió:tEMBLOR !!!!!!!!!!!!!!
chile t envio un zumbido xD
no senti nada q raro..o.O
Y ESO QUE HOY HAY SUIMULACRO DE SISMO Y SUNAMI EN LA NOCHE CREO !!!!
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
Maldito color jade.
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
Pepe_Britannia escribió:eso es lo mas anecdotico de hoy, si hubiesen pasado el sismo al mediodia hubiera sido otro level, un simulacro y derepente, sismo!!!Robert_Noel escribió:flower escribió:Robert_Noel escribió:tEMBLOR !!!!!!!!!!!!!!
chile t envio un zumbido xD
no senti nada q raro..o.O
Y ESO QUE HOY HAY SUIMULACRO DE SISMO Y SUNAMI EN LA NOCHE CREO !!!!
Epicentro: Casa de Gadejo
aH CIERTO !!!!!!!!!!1
CON ESO DE QUE GADEJO LE ENTRO AL DANCING JEJEJEJEJJEJ
EL SISMO JUE EN ANCON DE 5 GRADOS ....... GADEJO TIENE HATO EN ANCON ??
Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
si on taba corriendo tabla y me cai... guarda con el tsunami...Robert_Noel escribió:Pepe_Britannia escribió:eso es lo mas anecdotico de hoy, si hubiesen pasado el sismo al mediodia hubiera sido otro level, un simulacro y derepente, sismo!!!Robert_Noel escribió:flower escribió:Robert_Noel escribió:tEMBLOR !!!!!!!!!!!!!!
chile t envio un zumbido xD
no senti nada q raro..o.O
Y ESO QUE HOY HAY SUIMULACRO DE SISMO Y SUNAMI EN LA NOCHE CREO !!!!
Epicentro: Casa de Gadejo
aH CIERTO !!!!!!!!!!1
CON ESO DE QUE GADEJO LE ENTRO AL DANCING JEJEJEJEJJEJ
EL SISMO JUE EN ANCON DE 5 GRADOS ....... GADEJO TIENE HATO EN ANCON ??
Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
que es bachata???... ya bueno iremos numas pe'... pero como se baila???
Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
gadejo escribió:que es bachata???... ya bueno iremos numas pe'... pero como se baila???
jajajaja xDDDD ay Gadejo todo lo que hace el amorsh!
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
wiuuuuuuuuu wiuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!!
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
desde temprano... justo hoy llego el postman y le dije que vaya levantando pesas que en unos dias ya llegaba merca de peso jajajaLady Blue escribió:wiuuuuuuuuu wiuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!!
Amazon UK empezò a enviar los DGSS de BE yeeeeeeeee!!!!!!!!
Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
gadejo escribió:desde temprano... justo hoy llego el postman y le dije que vaya levantando pesas que en unos dias ya llegaba merca de peso jajajaLady Blue escribió:wiuuuuuuuuu wiuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!!
Amazon UK empezò a enviar los DGSS de BE yeeeeeeeee!!!!!!!!
jajaja entonces te irà bien eso del bachata dancing
Yo revisando mi correo, encontrè de amazon donde decìan que ya lo estaban enviando
Lady Blue- D'You Know What I Mean?
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
si pero parece que se va a demorar en el email colocaron que el tiempo estimado de llegada es el 21 de marzo... pero siempre llega antes o bueno eso esperoLady Blue escribió:gadejo escribió:desde temprano... justo hoy llego el postman y le dije que vaya levantando pesas que en unos dias ya llegaba merca de peso jajajaLady Blue escribió:wiuuuuuuuuu wiuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!!
Amazon UK empezò a enviar los DGSS de BE yeeeeeeeee!!!!!!!!
jajaja entonces te irà bien eso del bachata dancing
Yo revisando mi correo, encontrè de amazon donde decìan que ya lo estaban enviando
jajaja si, me van a enseñar a bailar esa nota
Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
Pudo ser y no fue . .
)':
La chika de Liam- I Only Need are Cigarettes & Alcohol
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
varada por algún lugar de Barranco
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Re: Dí lo que quieras (SIN TOPIC... porque siempre hay algo que decir...)
Acabo de pasar por la resaca mezclada con gripe mas grande de mi vida. Dormi o fui zombie todo el dia.
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